Excursiones anarquistas tras las huellas de Bakunin

[ Duela hilabete batzuk Arantza Jausoro Maruganek idatzitako Arabako Mendialdeko Gordelekuak. Isaac Puenteren ibilbide historikoa testua irakurtzera iritsi ninduNan etxera ailegatzen den Pyrenaica aldizkariaren 2020ko 4 alean, horrela Isaac Puenten ibilaldi bat (ez guk egin dezakegun denborapasako ibilaldi horietakoa) ezagutuz, handik eta bi astetara edo ondorengo testu hau nire eskuetara etorri huNan (beno, aurretik naukaNan baina bistadazorik eman gabe naukaNan) Tierra y Libertad aldizkaritxoaren 355. alean. Ibilaldi edo eskurtsio hauek bizipenetaz edo "bizi-penetaz" izan baituNan oraingoak ere bizipen edo "bizi-pena" izan ditzakegu, hor bere balioa!! ]

Excursiones anarquistas tras las huellas de Bakunin

En su peregrinación anterior a su exilio siberiano, Bakunin pasa algún tiempo en Alemania. Por eso no hay que asombrarse si ha dejado allí también algunas señales de su paso; dos de ellas las evocaremos en estas líneas.

El Refugio Bakunin en agosto de 2015

 

El recuerdo de los anarquistas…

"Tierra libre y libre refugio / espíritu libre y libre palabra / hombres libres, libre utilización / me atraen siempre hacia este lugar". Estos versos constituían el lema de la Bakuninhütte (refugio Bakunin), un lugar construido y autogestionado por los anarquistas de Meiningen, pequeña ciudad de Turingia, entre los años veinte y comienzos de los treinta del pasado siglo. Tras haber contado la historia en Tierra y Libertad (número 323 de junio de 2015), no podía dejar de visitarla en la primera ocasión que se me presentase. En vista de que en la época no había caminos asfaltados que dejaran cerca, los activistas transportaban en sus espaldas todo lo necesario para el refugio de Meiningen, a algunos kilómetros de distancia: comida, agua, cerveza, materiales de construcción y de reparación. Me pareció una idea muy sugestiva recorrer sus pasos, intentando llegar a la Bakuninhütte directamente desde Meiningen sin utilizar un autobús que me habría dejado mucho más cerca de la meta.

Sin encontrar ninguna indicación "oficial", la ruta seguida fue en gran parte improvisada sobre la marcha. Las indicaciones completas para llegar están en el blog excursionistinenzacofinen.wordpress.com. Lo importante es llegar a cruzar el Hohe Mass (500 metros de altura), donde se encuentra la Bakuninhütte, el Mühsam Weg (sendero Mühsam), dedicado -creo que recientemente, en vista del cartel visiblemente nuevo y colocado hace poco- al poeta anarquista asesinado en el campo de concentración de Sachsenhausen en 1934. Apenas se toma este sendero, las indicaciones se vuelven casi obsesivas y en poco tiempo aparece en un claro la Bakuninhütte. En los alrededores hay una lápida dedicada a Fritz Sherer, anarquista berlinés que fue el guardián del refugio, conservando y transmitiendo la memoria de aquella experiencia a las generaciones de los años sesenta y setenta. Cerca se puede hacer acampada libre (a pesar de que no hay agua en todo el recorrido), con una bella vista que se abre sobre las colinas boscosas de alrededor.

La Torre del Hambre de la fortaleza Königstein

…Y el de la cultura "oficial"

Si los anarquistas quisieron recordar a Bakunin en un lugar autogestionado en el que experimentar y crecer juntos, la cultura "oficial" alemana lo recuerda en cambio en un ámbito totalmente diferente, diríamos más "restringido".

La Festung (fortaleza) Königstein se encuentra a unos cincuenta kilómetros de Dresde, sobre una colina rocosa que domina el Elba. Delante de la poco acogedora Torre del Hambre está el Georgenburg (ciudadela de Jorge), que albergaba la prisión de la fortaleza. Aquí, tras la derrota de la insurrección de Dresde (del 3 al 9 de mayo de 1849), Bakunin fue encarcelado el 28 de agosto de 1849 en el segundo piso del edificio. En una carta redactada en esas fechas, dirigida a Mathilde Lindenberg (hermana de su amigo Adolf Reichel), Bakunin apuntaba irónicamente que había contado con una mayor marea del movimiento, pero se había equivocado en los cálculos y el reflujo le había llevado a detenerse en el punto más alto de Sajonia, es decir, en su celda de Königstein, donde estudiaba, entre otras cosas, trigonometría; aunque amenazado por una condena a muerte, no parecía perder la calma.

Bakunin había estado en Dresde muchas veces entre 1841 y 1849, estableciendo relaciones con el ambiente cultural y revolucionario de la ciudad sajona, tanto en lengua alemana como en la formada por los refugiados políticos procedentes de Europa oriental (checos, polacos, etc.), amando la perspectiva del Elba y la vivacidad de la vida sobre la Brühische Terrasse. Aquí visitó también la pinacoteca, con la "Madona Sixtina" de Rafael que, según la leyenda, Bakunin habría querido poner en las barricadas junto a otros cuadros, para impedir que los soldados prusianos, empapados de cultura clásica, abrieran fuego.

Sobre todo esto, en la sala de ingreso del castillo solamente hay un pequeño y más que triste panel con la reproducción de una foto de Bakunin conservada en la Biblioteca de Dresde, y un breve texto que lo presenta como "uno de los líderes ideológicos del anarquismo". Dispuestos en círculo, pueden leerse otros paneles, sobre los que aparecen los nombres de otros prisioneros de los siglos XVI al XIX, entre los que figuran algunos partidarios de la Constitución de los años treinta del siglo XIX, suicidados en un modo considerado en la época un poco sospechoso, los campesinos revoltosos del siglo XVIII condenados a trabajos forzados y el compositor August Röckel (1814-1876), combatiente durante la insurrección de Dresde, amigo de Bakunin y su compañero en la celda de Königstein.

Parte trasera de la ciudadela de Jorge, en la fortaleza Königstein

A pesar de su papel en los acontecimientos revolucionarios que alteraron Dresde, el único sitio en que se recuerda oficialmente a Bakunin es la prisión en la que estuvo recluido. Por otro lado, cómo y dónde se recuerda puede desvelar muchas cosas. Y, se podría subrayar, menos mal que están los anarquistas…

Para posteriores lecturas sobre los avatares de Bakunin en Dresde, ciudad en la que vivió en varias ocasiones entre 1841 y 1849, recomendamos el interesante artículo de Erhardt Hexelschneider, "Michael Bakunin in Sachsen", en la revista Östeuropa in Tradition und Wandel 3 (2001), páginas 51-87, donde se reproduce la carta mencionada escrita por Bakunin durante su encarcelamiento. Hexelschneider considera una maledicencia la historia de un Bakunin dispuesto a sacrificar obras de arte en la revuelta, una leyenda surgida de un pasaje de las memorias de Alexandr Herzen que debería ser interpretado en sentido irónico. Otros, por el contrario, han tomado las palabras de Herzen de una forma absolutamente seria, llegando a definir a Bakunin como un "precursor del happening artístico", como sostiene Gerd Bruyn en Michael Bakunin, Gottfried Semper, Richard Wagner und Dresdner Mai-Aufstand 1849 (1995). Existen sobre el tema un par de libros, también en alemán: Bernd Kramer, Lasst uns die Schwerter ziehen, damit die Kette bricht… Michael Bakunin, Richard Wagner und andere während der Dresdner Mai-Revolution 1849 (Berlín, 1999), y Wolfgang Eckhardt, Von der Dresdner Mairevolution zur ersten Internationale Untersuchungen zu Leben und Werk Michail Bakunin (Licht, 2005).

Fortaleza Königstein. Un ejemplo de celda de la ciudadela de Jorge. En una celda similar fue encerrado Bakunin. Nótese la pasión alemana por los maniquíes de tamaño natural

Bakunin y Röckel eran ya amigos antes de la revuelta de Dresde, y se veían casi a diario con un tal Wagner en esa época de entusiasmo revolucionario. El futuro cantor de Sigfrido y los nibelungos consiguió escapar de la persecución refugiándose en casa de su hermana. A diferencia de Bakunin, a Wagner se le ha dedicado un museo en las cercanías de Dresde: pequeñas diferencias. Para una panorámica de la revuelta de Dresde, se puede consultar Dresden, Mai 1849. Tangungsband, edición de Karin Jeschke y Gundula Ulbricht (Dresde, 2000).

David Bernardini

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