Jot Down aldizkarikoek 12 filma interesgarriren zerrenda gai interesgarriago bati lotuak eskaintzen dizkigute. Nik beste bitaz gain Doce hombres sin piedad, Farenheit 451, El escandalo de Larry Flint eta La vida de los otros bikainak ezagutzen nizkiNan, ea beste hauek non edo non aurkitzen dizkiNadan eta gaiari buruzko ikusentzunekoak nahi badituNK badakiNK hik ere zer egin...
¿Qué película ha defendido mejor la libertad de expresión?
Publicado por Jot Down Magazine
El
cine es un medio de expresión que, por su capacidad para influir tanto
en tal número de personas, ha sufrido la censura y las presiones de todo
tipo a lo largo de su historia y se ha sentido por ello también
especialmente concernido a la hora de reivindicar un derecho como la
libertad de expresión. Hay un buen puñado de películas que de una forma
más o menos directa la han reivindicado, han denunciado su falta en
determinadas situaciones y han planteado también los dilemas que trae
consigo. A continuación les mostramos algunas de ellas, así que voten o
añadan alguna otra si quieren.
Doce hombres sin piedad
Antiguamente
los barcos para su sistema de navegación necesitaban conocer la hora
exacta, ¿Pero cómo saber si el reloj que llevaban a bordo se retrasaba o
adelantaba? La solución fue llevar tres, de esa manera aquella hora en
la que al menos dos de ellos coincidían era la correcta. Por ese mismo
motivo se espera de los periodistas que confirmen la veracidad de una
noticia mediante una segunda fuente y de los científicos que sus
experimentos sean reproducibles por otro equipo. Si contamos con varias
voces independientes difícilmente todas ellas podrán cometer el mismo
error o, según la concisa definición que dio el Tribunal Supremo
estadounidense: «la libertad de expresar la propia opinión no es solo un
aspecto de la libertad individual sino que es esencial para la búsqueda
de la verdad». Pero ser una de esas voces independientes requiere
coraje y quizá nunca hemos visto mejor plasmada esta cualidad que en el
personaje de Henry Fonda en esta memorable película rodada en 1957 por Sidney Lumet.
A lo largo de noventa y seis minutos vemos a un hombre lúcido y
valiente servirse únicamente de la fuerza de la razón en una lucha
titánica contra la montaña de prejuicios de sus compañeros del jurado
para, finalmente, hacer prevalecer la justicia. Un clásico
imprescindible.
La calumnia
De
la misma manera que un agujero da su identidad al donut aunque no nos
alimente, resulta esencial para comprender qué es la libertad de
expresión señalar bien claro qué no es: ni la difamación ni la calumnia
están amparadas por ella. Como derecho fundamental sus límites están en
los derechos fundamentales de otras personas, como el derecho al honor.
La propagación malintencionada de infundios puede destruir la reputación
de una persona y tal vez ninguna otra película ha sido capaz de
expresarlo mejor que La calumnia (The Children’s Hour,
1961). Inspirada en una historia real, narra cómo las vidas de dos
amigas que dirigen una escuela infantil se ven dramáticamente alteradas
por la difusión de un rumor sobre su supuesto lesbianismo. En cuanto se
enteran los padres de sus alumnas acuden raudos a rescatar a sus niñas,
según ese prejuicio largamente arraigado incluso aún hoy día que asocia
homosexualidad y pederastia, creyendo que de alguna manera iban a
corromperlas. Una excelente película protagonizada por Shirley MacLaine y Audrey Hepburnsobre la intolerancia que nos muestra cómo las palabras que se dicen y que se escriben tienen consecuencias.
Lenny
Mierda,
joder, coño, mamón, hijo de puta, meada y tetas. Esas son las siete
expresiones que el Comité Federal de Comunicaciones estableció que no podían ser dichas en
los medios de comunicación. La libertad de expresión tradicionalmente
ha excluido las obscenidades, el problema es delimitar qué es lo que
puede ser considerado obsceno, pues en tan pantanoso terreno se
confunden la moralidad y las creencias privadas con la ley pública.
Además, ¿pr qué «mierda» es una expresión malsonante que debe censurarse
y no «excremento» si ambas aluden a lo mismo? ¿Debe el mal gusto ser
ilegal? El humorista Lenny Bruce reflexionó
sobre todo ello en sus monólogos a comienzos de los años sesenta, lo
que le trajo innumerables problemas judiciales antes de su prematura
muerte a causa de las drogas. Este biopic interpretado por Dustin Hoffman recogió su atormentada vida y mordaces actuaciones en clubs como esta.
El hombre que mató a Liberty Valance
John Ford rodó aquí mucho más que un simple western,
se trata de toda una parábola sobre el paso de la barbarie a la
civilización, de la arbitrariedad a la ley y de la tiranía a la
democracia. Todo ello muy bien contado en menos de dos horas. Cuando el
joven abogado interpretado por James Stewart llega a una
localidad sometida al dominio de un pistolero, desafiará su autoridad
presentándose a las elecciones junto a un periodista, quien acabará
recibiendo una paliza por haber denunciado en su periódico a los
bandidos. Una agresión que, pese a todo, no le hace perder el humor: «le
he explicado a ese Liberty Valance lo que es la libertad de prensa».
Todos los hombres del presidente
El escándalo del Watergate destapado por Carl Bernstein y Bob Woodward se
ha convertido a estas alturas en una de las historias más queridas de
la mitología periodística, la perfecta representación de una prensa
libre e independiente garante de la democracia en su lucha contra un
poder corrupto. Aunque en realidad ambos periodistas del Washington Post fueron
poco más que mensajeros de una fuente anónima que hoy en día se habría
montado un blog prescindiendo de tales intermediarios. En cualquier
caso, la película de Alan J. Pakularecrea muy bien todo lo ocurrido en torno a esta investigación que acabó costándole la dimisión al presidenteNixon.
Fahrenheit 451
François Truffaut llevó al cine la novela distópica de Ray Bradbury sobre
un futuro cercano en el que los libros estarían prohibidos y los
bomberos se dedicarían a quemar cuantos encontrasen para preservar la
feliz ignorancia en la que viven los ciudadanos. Sin embargo, unos pocos
disidentes se preocupan por el legado cultural de la humanidad
memorizando cada uno de ellos un libro. La premisa desde luego es
llamativa y evocadora, aunque uno no puede evitar pensar en la suerte
del pobre desdichado al que le tocase aprenderse la novela que Sánchez Dragó le dedicó a su gato aplastado por un montacargas.
Network. Un mundo implacable
De nuevo hay que mencionar a Sidney Lumet, esta
vez como director de un film que obtuvo cuatro Óscars, una corrosiva
crítica a los medios de comunicación, al público, a las multinacionales,
a la globalización y a todo lo que se ponga por delante. Una película
insólitamente amarga, descarnada, con un discurso enjundioso y mesiánico
como pocas veces hemos podido ver en una pantalla de cine, con escenas como esta en
la que el presentador de televisión se sincera con su público: «ustedes
no van a enterarse de la verdad por nosotros. Les diremos cuanto
quieran oír». O el monólogo en el que el directivo le explica cómo funciona el mundo. O laencendida arenga que busca despertar conciencias: «Estoy más que harto y no quiero seguir soportándolo».
El escándalo de Larry Flint
«Si la libertad significa algo es el derecho a decir a la gente lo que no quiere oír», parafraseando esta certera definición de George Orwell, el editor de la revista Hustler Larry Flint supo
mostrar la naturaleza siempre espinosa y compleja de la libertad de
expresión. Pues a todos nos gusta mucho la propia, pero la de los demás
ya no tanto. La instauración de este derecho implica tener que oír una
cantidad intolerablemente alta de opiniones distintas a la propia, y por
tanto a menudo insultantemente equivocadas, necias o peligrosas. Pero
como señaló también este pornógrafo y libertario, «si la primera
enmienda defiende a una escoria como yo, también les defenderá a
ustedes». Si se permite expresar tonterías y vulgaridades entonces
estaremos garantizando también que ninguna idea genial pueda verse
censurada. Una película divertidísima y a ratos también oscura a cargo
de un director de la talla de Milos Forman.
Buenas noches y buena suerte
Cuando el periodista Edward R. Murrow se atrevió a ponerle el cascabel al gato cuestionando la caza de brujas del senador McCarthy,
este como era de esperar respondió tachándolo de comunista. Pero la
peor censura es la autocensura por miedo o por conveniencia y Murrow no
se amedrentó ni se resignó a navegar a favor de la corriente. Su firmeza
supuso el principio del fin del aspirante a inquisidor. George Clooney recreó el momento narrándolo con sencillez y maestría en una muy digna película.
Sophie Scholl: Los últimos días
Como
cabía sospechar, la libertad de expresión no gozó en la Alemania nazi
de su mejor momento: el primer campo de concentración abierto apenas
llegaron al poder, el de Dachau, fue para disidentes políticos y más
adelante las críticas al régimen pasaron a castigarse directamente con
la guillotina. Ese fue el destino que sufrieron entre otros Georg Groscurth (del que ya hablamos aquí) o los hermanos Sophie y Hans Scholl.
Estos últimos fueron unos estudiantes de la universidad de Múnich de
profundas convicciones humanistas y cristianas que conformaron un grupo
de resistencia secreto conocido como la Rosa Blanca, con el que
difundieron panfletos en contra de la guerra y del régimen que la había
provocado. Lamentablemente no tardaron en ser detenidos, juzgados por un
«Tribunal del Pueblo» y condenados a muerte. Su heroico comportamiento
los convirtió en auténticos mitos con el paso de los años y finalmente
fueron retratados en esta película alemana del año 2005.
La vida de los otros
Los
doscientos mil informantes con los que contaba la Stasi hicieron que en
la RDA no fuera posible expresar cualquier crítica al sistema ni
siquiera en los círculos más íntimos. Las máquinas de escribir estaban
también controladas, de manera que cuando el protagonista quiere
redactar un artículo controvertido tiene que recurrir a una traída en
secreto desde la RFA. Pero lo que no sabe es que, además, está siendo
espiado en su propia casa… Ganadora del Óscar a la mejor película de
habla no inglesa en 2006, La vida de los otros retrató el
asfixiante ambiente de sospecha y represión en el que tantos millones de
europeos del bloque oriental vivieron durante décadas.
The interview
Aún no estrenada oficialmente en España pero ya pirateada mundialmente por cortesía del régimen norcoreano, The Interview debe
incluirse en esta lista por partida triple. En primer lugar porque
verla y seguir defendiendo su derecho a existir implica tomarse muy en
serio esto de la libertad de expresión, ya decía Flint que este derecho
también debe amparar cosas así. En segundo lugar porque la trama del
film, además de chistes sobre penes y culos, pero muy malos a pesar de
esa maravillosa materia prima, narra cómo unos medios de comunicación no
sometidos a censura o amenazas son la mejor garantía de libertad para
un país. Y por último, porque como ya es conocido la propia película se
ha convertido en sí misma en un icono de aquello de lo que habla,
desatando un conflicto internacional que ha incluido una ciberguerra
entre ambos gobiernos y un cruce de declaraciones muy divertido. Por
cierto, cuando el embajador norcoreano se preguntaba qué sucedería si
alguien hiciera una película sobre un atentado contra el presidente
norteamericano, demuestra además que no ha debido ir mucho al cine.
Pocas cosas gustan más a Hollywood que hacer explotar la Casa Blanca…
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